lunes, 26 de enero de 2015

Presentación



Este blog se crea con la intención de dar a conocer los momentos destacables de la antigua roma, así como de su forma y estilo de vida que en muchos aspectos no difiere de la actual. 

Calzada romana de Cauro (Asturias)
No pretende ser un copia y pega de artículos de “san google” sino más bien una mirada al pasado de un entusiasta de la historia expresando su punto de vista tanto de temas candentes como de otros ya resueltos.

No descarto incluir en menor medida temas que se alejen de este periodo, pero siempre tomando como base el mundo romano.

Espero que las posteriores publicaciones les animen a profundizar más en los temas que exponga y que no duden en comentar si difieren en algún aspecto de mis artículos.

El tatuaje SPQR realidad o licencia cinematográfica


Es por todos conocida la escena de la película gladiator en la que se muestra como el protagonista Máximo, se elimina  salvajemente las siglas de SPQR del brazo con un canto afilado para evitar ser reconocido, aunque también puede interpretarse como una muestra de rechazo a la institución imperial que le dio la espalda. Pero… ¿realmente los militares romanos marcaban sus cuerpos con tan conocidas siglas?

 
Bien, para ello hay que ponerse en antecedentes: La tradición de marcarse el cuerpo era bien conocida por los pueblos helénicos, aunque era considerada una bajeza más propia de pueblos barbaros que de hombres civilizados, esta cultura honraba el cuerpo, alimentado de las leyendas e ideales de belleza que propagaban los autores clásicos así como las instituciones religiosas en sus representaciones de las deidades olímpicas y veían en la institución militar un modelo a seguir en la perfección del culto al cuerpo. Nubios, celtas, persas y demás colectivos menos afines a estos cánones sociales marcaban sus cuerpos para así causar temor a la par que honraban a sus dioses.


Pongamos entonces como ejemplo la era de Nerón: El, impuso la moda de la cultura egipcia, en  ella se sabe  que era común entre las mujeres la práctica del tatuaje como método protector y por lo tanto no es tan descabellado pensar que las nobles de alta alcurnia más excéntricas marcasen sus cuerpos para estar a la moda del mismo modo que cuando Julio Cesar volvió de las galias y trajo consigo prisioneros de cabellos con un intenso pelo rubio hizo que se instaurase la moda entre las féminas latinas de tornar sus cabellos a tal color.


Pero volvamos al legionario romano,  no podemos negar que a medida que roma conquistaba territorios he iba nutriendo a sus legiones de los vencidos, que esta práctica se viese entre las tropas auxiliares que deseaban obtener la ciudadanía con el servicio en sus huestes. Por lo tanto una vez obtenida la ciudadanía es posible que se reenganchasen, pero esta vez como legionarios, pudiendo dar origen al tema que nos ocupa. 


Legionarios romanos asediando Massada 
Recientemente se me ha rebatido esta hipótesis, debido a que si la vida castrense del legionario romano ya era dura de por sí, más lo seria si un individuo se presentase al servicio con la cara o el pecho marcado como si de un esclavo se tratase, dando mal imagen a ésta institución ya que las legiones representaban  el orden y la civilización romana en su más alto exponente. De esta replica, he de decir que si bien el ejército romano profesional no difiere demasiado del original, y dado que este comentario viene dado de la experiencia de un profesional de las armas… tengo que aclarar que como se comenta por alto con anterioridad, el uso del tatuaje era un modo de respeto a los dioses del individuo y no había una sociedad más liberal en el aspecto religioso  como la legión romana. Pero, quizás supusiese algún malestar al individuo, aunque claro estoy hablando de casos aislados como germen de la hipótesis del tatuaje.


Ahora, siendo puristas en el tema, hay que decir que pocos autores describen la práctica de marcar el cuerpo, uno de ellos es Vegetio  en su “Epítome de la ciencia militar” que realiza un estudio sobre la instrucción, disciplina y organización del ejército en el siglo IV d.c.  En él nos habla en su libro I de “la marca militar” dando pie a la especulación: “tras su examen, los reclutas recibían la marca militar y se les enseñaba el uso de sus armas con la práctica constante y diaria” Esta marca, pudiera haber sido impuesta con un hierro candente o como nos describe con precisión el galeno del siglo VI d.c. Aetio: Previamente se limpiaba la zona con jugo de puerro  se  usaba como tinta óxido de bronce molido con vinagre hasta conseguir transformarlo en polvo. Este polvo se diluía en dos partes de agua por una parte de jugo de puerro y se mezclaba. La aplicación se realizaba con la corteza de la madera de un pino egipcio.


Dichas evidencias constatan su uso dentro de la legión romana de forma generalizada pero desconozco su aspecto aunque si su utilidad. Su uso rivaliza con el Signaculum, tal como se ha hallado en excavaciones, era un disco de plomo o bronce que se daba al recluta en el que incluía los datos personales del individuo, facilitando el conteo de bajas por los mandos. Su uso varía a lo largo de la historia. Por lo tanto podemos decir que el tatuaje o marca militar era usado con fines burocráticos hasta el siglo III d.c. en favor del signaculum tal como se expresa en el acta Maximiliani con la incipiente llegada del cristianismo en las cotas altas de la sociedad.


   Ya para finalizar  me gustaría seguir especulando, pero esta vez de su situación. Vegetio sitúa la marca militar en una de las manos, pero esto es bastante inverosímil desde el punto de vista útil. Indistintamente de la mano que fuese, marcar la mano, ya sea con fuego o con tinta, dificulta la identificación, la mano a menudo se cubría de sangre, barro y demás sedimentos en batalla o incluso era cercenada por el enemigo  dificultando su rápido computo (no creo yo que un centurión se pusiese a buscar la mano de un caído tras la batalla). Por lo tanto soy más de la opinión de que se situaba en el antebrazo interior, que pese a ser en ciertos campos una zona que se cubría para evitar el frío, era una zona mucho más amplia donde mostrar la identificación, así como con menor riesgo a ser cercenada. Descarto que se encuentre en el hombro, ya que con el uso de la lorica imposibilita su observación a no ser que se quite, pero claro, hay sí que es más difícil que cercene.


Mi conclusión es esta: Aunque soy un gran fan de la película gladiator y de Ridley Scott no hay ninguna evidencia de que las siglas SPQR se grabasen en la piel de un legionario romano aunque si otro tipo de siglas con carácter censal.

El desembarco en Robin hood (2010) otro gran acierto de Ridley Scott


Espero que articulo aclare dudas y anime a seguir investigando sobre el tema. Yo por mi parte seguiré atento a cualquier nuevo descubrimiento  sobre “la marca militar”